El taita Juan José

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¿Qué es ser un chaman? Es ser una persona que ama y ante todo una persona que entrega su vida a los demás”. Estas palabras reflejan con exactitud que ser Taita de la medicina tradicional indígena Yajé ha sido para Juan José, la labor más importante y difícil de su vida.

El ser taita implica tener un carácter fuerte una gran compresión hacia el otro y sobre todo mucha paciencia y fuerza. Juan José dice que esta es una profesión exigente que requiere un potente dominio mental y una gran preparación física.

Por miles de años, la medicina amazónica Yajé ha sido parte de primordial de la cultura indígena, la cual ha transmitido este conocimiento a través de la oralidad a lo largo de generaciones.

El chamanismo también ha sido una de las tradiciones que se ha impartido estricta y celosamente, a personas de las comunidades indígenas más cerradas. Dicho conocimiento ha llegado hasta esta época gracias al esfuerzo de Taitas o Chamanes que han tratado de mantener viva la tradición de un pueblo y una forma de vida ligada a la naturaleza.

Juan José ha ejercido la profesión de taita por mas de 3 años y aunque parece un muchacho joven, su característica principal es la gran sabiduría que lo caracteriza.

Juan José es un joven de cabello largo entrenzado, de estatura media, ojos claros, amplia sonrisa, muy amable, comprensivo además de sabio.

Nació en el Putumayo en el año de 1982, hijo único de padres indígenas. Su familia lo inicio en el mundo del chamanismo desde muy temprana edad; con sus abuelos aprendió, como él mismo lo menciona, a “sanar y amar al prójimo”.

Desde los doce años comenzó su preparación hacia el mundo del chamanismo, su padre lo apoyaba fielmente para que siguiera con la tradición familiar, pero su madre, aun siendo indígena, quería que expandiera sus fronteras y viajara a la ciudad para buscar nuevas condiciones de vida.

Pero Juan José siempre valoró las raíces culturales de las que provenía; las enseñanzas de sus abuelos le habían hecho afianzar un amor por la naturaleza que desde pequeño había desarrollado. La sensibilidad y el respeto por todos los componentes de su entorno le hicieron reconocer en sí mismo un posible taita.

Desde ahí comprendió que su misión estaba en curar a las personas. Viajó a Medellín rebelándose contra toda su familia; quería aportar más a su cultura pero mediante otras técnicas de sanación. Estudió de plantas en el Sena, además de unos cursos de acupuntura que termino con éxito. Después de esto regresó al Putumayo para reencontrarse consigo mismo y para rendirle tributo a sus antepasados.

A los 17 años se convirtió en Jaibaná, que es un taita que utiliza un método de curación basado en el consumo de chicha y guarapo para entrar en contacto con los espíritus y no solo sanar a la gente si no también sanar la tierra. Este es un titulo muy importante para él, ya que muy pocas personas han sido escogidas para desempeñar tan grande responsabilidad e impartir conocimiento a tan temprana edad.

De ahí comenzó en serio con su labor. Su tarea era muy dura ya que tenía que estar siempre pendiente de su maestro, quien le mostraba cómo un Jaibaná debe trabajar. Durante las ceremonias, ya que mediante las visiones que esta genera se pueden encontrar dolencias y males que aquejan a las personas.

Dos años después de dedicarse a la curación siendo Jaibaná, Juan José se dedicó a la sombra de un gran taita de su comunidad, a encontrar el camino del Yajé. Para él, el Yajé era una forma más poderosa de encontrarse con sus antepasados, aparte de de un modo más directo de curar.

Este proceso de convertirse en taita del Yajé fue mucho mas complejo que el de se Jaibaná ya que, según cuenta, para él la medicina que consumía en las tomas no era gratis. Para conseguir 60.000 pesos que costaba la medicina, Juan José trabajaba diariamente en un aserrío recogiendo grandes troncos para así poder ir donde su maestro el fin de semana a recibir la sabiduría que un año después lo convertiría en taita del Yajé.

Ser taita es ser un guía; cuando alguien toma Yajé y empieza a tener visiones, el taita es aquella persona que esta ahí para dar seguridad y brindar apoyo a las personas durante su purga (vomito o diarrea producida por el consumo de la planta).

Tres años han pasado desde que se convirtió en taita, desde entonces Juan José ha trabajo con gran cantidad de pacientes que presentan enfermedades del cuerpo como de la mente y el alma. Su vida como el la define, esta encaminada hacia el amor, la santa medicina es la forma de expresar el cariño a la naturaleza, es descubrir, como el lo menciona, el niño que todos llevamos en nuestro interior.

Fuente: http://delaurbedigital.udea.edu.co/index.php

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